Ser madre es un trabajo de tiempo completo, no le puedes poner pausa o tomar vacaciones, ya que un pequeño humano depende de ti.
Aunque es el mejor trabajo del mundo, también puede ser abrumador. Por esta razón debemos encontrar pequeños momentos en donde podamos tomar un respiro y relajarnos para que no sintamos que nos asfixiamos durante el día.
Lo primero que debes hacer es encontrar espacios disponibles durante tu rutina diaria, por más pequeños que sean, para poder relajarte un poco.
Durante estos pequeños espacios puedes hacer varias cosas que, aunque son muy simples, te ayudarán a relajarte y a estar de mejor ánimo.
Una de las cosas que puedes hacer es escuchar tu playlist favorito. Escuchar un par de tus canciones preferidas te pondrán de buen humor. Canta, baila o solo siéntate en un sillón y disfruta de la música.
Otra buena opción es un libro. Escoge un libro que te llame la atención y aprovecha los pequeños espacios en tu dia para leer un capítulo a la vez. Te relajarás y crearás un hábito de lectura que puedes inculcar en tus hijos más adelante.
Empieza una serie. Hay muchas series que sus capítulos son de 20-30 minutos, que son perfectos para los pequeños espacios entre tu ocupada agenda. Una comedia siempre es buena opción.
Si te gustan los desafíos, compra uno de esos libros que tienen juegos mentales como el sudoku, crucigramas, sopas de letras, etc. Es una manera entretenida de relajarte.
También puedes disfrutar de algo muy sencillo como un café o un té. El simple hecho de sentarte a tomar tu bebida caliente te relajará muchísimo y se te hará más fácil regresar a tus actividades.
Consiéntete un poco, si te gusta meditar, hazlo. Aprovecha para ponerte una mascarilla o exfoliarte la cara. Haz cosas que te tomen poco tiempo pero te sirvan o te relajen para que agarres fuerzas para continuar con tu día.
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