El joven mexicano Julián Ríos Cantú, de 18 años de edad, inventó un artefacto que podría llegar a salvar las vidas de muchas mujeres.
Todo empezó cuando a la mamá de Julián le diagnosticaron cáncer de mama, pero perdió los dos senos ya que la diagnosticaron muy tarde. Debido a esto, a sus 13 años de edad, Julián investigó sobre el cáncer.
De esa trágica experiencia, nació Eva, el brasier inteligente para la detección temprana del cáncer de mama. Funciona con biosensores de tacto con los que mapea la superficie del seno junto a su textura, color y temperatura, y debe usarse de 60 a 90 minutos a la semana.
Cuenta con una aplicación que está enlazada al brasier con la que se analizar la información con algoritmos de salud y así darte un diagnóstico cada semana. Eva cuenta con una base de datos de pacientes con cáncer, por lo que cuando analiza los datos térmicos, da un diagnóstico de qué tipo de cáncer es y en qué fase se encuentra.
La información es enviada también a tu oncólogo personal para que se tomen medidas inmediatas en caso de ser necesario.
Este proyecto ganó el premio Global Student Entrepreneur Awards (GSEA) en Alemania, donde compitieron contra 56 países. El equipo que desarrolló este invento está compuesto por cuatro jóvenes de la Prepa Tec de Monterrey.
Este año el IMSS probará a Eva para afinar algoritmos y que de ser un proyecto, se vuelva una tecnología accesible para las mujeres mexicanas.
¿Quieres conocer más acerca de Eva? Visita su sitio oficial.
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